A 30 años de la tragedia, damnificados y afectados por las explosiones del 22 de abril en el Sector Reforma de Guadalajara recuerdan este día lleno de impunidad

30 años de desgracia, impunidad y mucho dolor

30 años de desgracia, impunidad y mucho dolor este viernes se cumplen tres décadas de aquella tragedia ocurrida en el sector reforma de Guadalajara,  que en cifras oficiales dejó 212 fallecidos, 69 desaparecidas, mil 470 lesionados, más de ocho kilómetros de calle destruidos y mil 142 viviendas afectadas.

Era un miércoles de semana de pascua, vacaciones en Guadalajara cuando a las 10 horas con nueve minutos de ese 22 de abril de 1992 se registraron cinco explosiones que venían directamente del alcantarillado de la ciudad.

Se habría filtrado gasolina al ducto de aguas residuales, además de acumulación de vapores inflamables, lo que aumentó el rango de las explosiones.

La primera explosión fue en la calle 20 de noviembre. La segunda explosión surgió cuatro minutos después, en la calle Violeta, posteriormente la tercera y cuarta fueron simultáneas, a las 11:30 de la mañana, una en la calle Río Bravo y otra en Río Nilo. La última surgió en la calle González Gallo, a las 2:20 de la tarde.

30 años de desgracia y la tragedia pudo evitarse, vecinos reportaron fuerte olor a gasolina en su tubería, bomberos solo botaron agua en las alcantarillas que dejaron abiertas para evitar la acumulación de gas, pero nunca evacuaron el entonces Sector Reforma.

Una fuga de gasolina en la planta almacenadora de combustible de Pemex, en la colonia La Nogalera, fue una de las causas de la gasolina en el drenaje, derivado a que las tuberías de agua y gasolina estaban casi juntas, por lo que un pequeño orificio que se hizo al ducto de gasolina originó que este se pasara al ducto de agua, y posteriormente en la tubería de aguas residuales, ya que estas se encontraban dañadas.

A 30 años de la tragedia, damnificados y afectados por las explosiones del 22 de abril en el Sector Reforma de Guadalajara recuerdan este día lleno de impunidad y de inmenso dolor que a pesar de los años no concluye.

 

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