Alarma se produjo esta tarde en pleno Centro de Guadalajara después de registrarse un accidente protagonizado por un niño que atoró su cabeza en el enrejado de la famosa “Fuente de los Niños Miones” ubicado en Plaza Tapatía.
El niño de tres años acompañaba a sus papás en un día de paseo por el Centro, pero al llegar a la fuente ubicada en el cruce de las calles Morelos y Ángela Peralta, metió su cabeza a una ojiva de herrería de apenas 15 centímetros de diámetro. Cuando el niño intentó sacar su cabeza, ya estaba atorado y comenzó a llorar.
Los padres del menor intentaron sacarlo por sus propios medios y después se sumaron otros buenos samaritanos que estaban también de paseo, pero al percatarse que no lograban mucho y lastimaban al niño, optaron por dar aviso a los bomberos.
Al sitio acudieron elementos del cuerpo de bomberos de Guadalajara y de la Unidad Estatal de Protección Civil quienes comenzaron a maniobrar para liberar al niño.
“Para sacarlo fue necesario hacer un corte, usamos equipo hidráulico para realizar dicho corte, fue un corte lateral a lo que es el aro”, explicó el segundo oficial Humberto Castellón Gutiérrez.
Mientras los bomberos realizaban esta peligrosa maniobra, alrededor de la fuente se llenó de curiosos que presenciaban el hecho. Uno de los bomberos sostenía la cabeza de menor mientras otros le ayudaban a sostener el resto del cuerpo y uno más maniobraba de manera quirúrgica con el equipo que por lo general se usa para partir carros y liberar a personas prensadas en choques automovilísticos.
Después de 30 minutos de maniobras, el menor pudo ser liberado. El niño lloraba asustado, mientras que las personas que presenciaron el dramático evento aplaudieron en cuanto el infante pudo ser rescatado.
El niño fue entregado a sus padres después de este desafortunado evento.
You must be logged in to post a comment Login