Lo que será el nuevo hito arquitectónico para la capital de Jalisco: el Arco Norte de La Normal, una escultura urbana, fue inaugurado este martes por la noche.
“Poder recuperar una obra arquitectónica que nos distingue es muy importante, no estamos trayendo una ocurrencia, no estamos trayendo algo controversial, es algo que tenía la ciudad, que lo perdió, y que ahora se está recuperando (…) Hoy lo que estamos haciendo es recuperar la identidad de ser tapatíos y tapatías, con lo que nos distingue, con lo que hemos sido durante tantos años”, afirmó Pablo Lemus Navarro, presidente municipal de Guadalajara.
El primer edil destacó la recuperación del espacio público en esta zona de la ciudad, a la altura del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara (CUCSH-UdeG), hecha en conjunto con el Gobierno de Jalisco, así como la rehabilitación de la Glorieta La Normal y el Parque Chopin, que cuenta con canchas de pádel, entre otros aditamentos.
La pieza escultórica, el Arco Norte de La Normal, rinde homenaje al arquitecto veracruzano Raúl Gómez Tremari y da la bienvenida a dicho extremo del Paseo Fray Antonio Alcalde.
Se encuentra en el mismo sitio que albergó el puente peatonal construido en 1966, que conectaba la Escuela Normal de Jalisco con CUCSH-UdeG, y que fue retirado en 2016 por los trabajos de construcción de la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano.
Lourdes Ariadna González Pérez, secretaria de Cultura y en representación de Enrique Alfaro Ramírez, Gobernador Constitucional del Estado de Jalisco, en su intervención dijo que “algunos se acordarán que este puente era conocido como el Puente de Normal y esta avenida era otra. Estamos justo recordando las cimbras de camiones y del tránsito, de smog y de humo”.
Es importante señalar que este proyecto forma parte de la política de renovación urbana del corazón de la ciudad, la cual incluye acciones como la habilitación del espacio público Plaza Luis Barragán —que formará parte del Paseo Fray Antonio Alcalde—, el proyecto de iluminación arquitectónica Aluzinante, entre otras.
A través de un innovador proceso constructivo, con una inversión municipal de 14 millones de pesos, se materializó este ícono para la ciudad.
El diseño se trabajó por la Dirección de Obras Públicas de Guadalajara, con el aval del Colegio de Ingenieros Arquitectos del Estado de Jalisco A.C., la Academia Nacional de Arquitectura Capítulo Guadalajara, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción Delegación Jalisco (CMIC Jalisco), la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco y la Universidad de Guadalajara.
“Hoy es un arco, es un hito arquitectónico, el cual fue reconstruido con un sistema constructivo completamente diferente (…) Fue completamente recreada la obra, tal cual como fue construida originalmente, fue hecha con concreto postensado con 13 dovelas, 21 torones, 10 pilas de 8 metros de profundidad, dos zapatas de 6 x 6, también 24 luminarias escénicas”, informó Francisco Ontiveros Balcázar, director de Obras Públicas de Guadalajara.
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