Una de las esculturas más importantes de Guadalajara fue reinaugurada. Se trata de la obra El Pájaro del autor Mathias Göeritz, intervenida por el municipio.
El proyecto no estuvo exento de polémica, pues la obra recuperó su color original: rojo bermellón, pero mucha gente acusó que es naranja, aludiendo al partido político en el poder, Movimiento Ciudadano.
El titular de Obras Públicas del ayuntamiento de Guadalajara, Francisco Ontiveros Balcazar, señaló que la obra recuperó el color tabachín o terracota que tenía originalmente y que se perdió por muchos años, luego que se le cubrió de amarillo.
La escultura data de 1956 y se convirtió en el ingreso del fraccionamiento Jardines del Bosque, que entonces se encontraba separado de la ciudad.
“El color original de la pieza es como el que tenemos aquí: flor de tabachín, es como un rojo bermellón. Originalmente, antes de restaurar la pieza teníamos aquellas capas de pintura, en las cuales teníamos muchos amarillos y al final si estaba esta pieza”, explicó el ingeniero.
Señaló que Göeritz, cuando estaba vivo, también autorizó que se le pintara de amarillo, pero su color original en realidad es tabachín.
Señaló el funcionario que realizaron varias pruebas de Pantone para detectar cuál era el color original. La restauración, afirman, fue desarrollada por expertos en la obra de Göeritz.
La intervención costó ocho millones de pesos y contó con la supervisión de especialistas. No sólo fue el pintar de color bermellón, sino la construcción de una plazoleta, mejoramiento de espacio público, rehabilitación de la avenida Arcos e incluso la restauración de la caja de agua que se encuentra en Agustín Yáñez y Lerdo de Tejada.
A decir de las autoridades municipales, seguirán las acciones para el rescate del espacio público en el municipio, después de la apertura de la plaza Luis Barragán.
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