La aplicación de la vacuna BCG para recién nacidos puede prevenir la tuberculosis, una infección crónica altamente transmisible. Una persona con la enfermedad en activo puede contagiar entre 10 a 15 personas más, incluso a lo largo de un año de haberse contagiado.
Uno de los retos del sistema estatal de salud es detectar los casos, dar seguimiento a las y los pacientes con tratamiento y confirmar su curación, de lo contario las consecuencias pueden ser fatales, advierte el investigador de la UdeG, Gustavo Rosales.
Indicó que debido a la interrupción de los servicios de salud a raíz de la pandemia COVID-19, los pacientes dejaron de acudir a consulta, por lo que pudieron haberse multiplicado los casos, algunos podrían estar teniendo síntomas sin saberlo.
“Una de las limitaciones importantes después de COVID-19 y algo de lo que sucedió que nos limitamos con la búsqueda intencionada de casos de tuberculosis, hubo una caída de casos reportados, pero después hubo un aumento inclusive por encima de lo que se había reportado antes de COVID, una de las cosas que tenemos que hacer es reactivar la búsqueda intencionada, la sospecha de esta enfermedad sobre todo en pacientes que tienen tosiendo más de tres o cuatro semanas de nuestra entidad”.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) el año pasado se diagnosticaron 842 casos; la mayor afectación se ubica en el grupo de edad de 40 años, seguido de 20 a 40 años con 32 por ciento y de cero a 30 años con 4.9 por ciento.
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