En Guadalajara continúa la polémica en torno al SIAPA luego de que se revelara que una mujer fue contratada como “asesora técnica” con un sueldo mensual considerable, a pesar de no tener la preparación académica ni el perfil requerido para desempeñar ese cargo. La persona en cuestión supuestamente no había terminado la preparatoria ni contaba con experiencia técnica en materia hidráulica.
Ante el reclamo, el director del organismo evadió explicar los motivos de la contratación, y únicamente señaló que el caso está siendo investigado por las autoridades correspondientes. Esto ocurre a más de seis meses de que se divulgó que el contratante incurrió en una falta grave por abuso de funciones.
La falta de respuesta oficial generó indignación entre legisladores y ciudadanos, quienes acusaron al SIAPA de operar con opacidad y abusar de recursos públicos. Denunciaron que mientras se imponen tarifas al servicio de agua, la institución da prioridad a contrataciones polémicas en lugar de resolver problemas de infraestructura, como fugas, socavones y mala calidad del suministro.
Además del cuestionado contrato, se criticó el manejo general del organismo: decenas de miles de fugas reportadas cada año, redes de tuberías deterioradas, cortes frecuentes en el servicio y tarifas crecientes que no se reflejan en mejoras reales para la población. Muchos consideran que el SIAPA actúa como una institución patrimonialista, más preocupada por intereses políticos que por garantizar el derecho al agua.
La exigencia general es clara: un SIAPA transparente, con personal con perfil técnico idóneo, rendición de cuentas y recursos utilizados para la infraestructura y calidad del servicio, no para contratos injustificados.






