La administración de Enrique Alfaro en Jalisco se encuentra bajo escrutinio debido al aumento de la deuda pública, a pesar de recibir ingresos millonarios adicionales no contemplados en los presupuestos anuales.
Entre 2019 y 2023, el estado obtuvo más de 40 mil 403 millones de pesos extra, mayormente del Gobierno federal.
Aunque se esperaba una evaluación del impacto de la deuda, la falta de transparencia en el uso de recursos y la contratación de megaobras cuestionables han generado preocupaciones.
La deuda pública de Jalisco ha aumentado en 11 mil 230 millones durante la gestión de Alfaro, destacando la falta de claridad en la asignación de recursos y la ausencia de evaluación de impacto en las obras realizadas.
A pesar de la disponibilidad de fondos adicionales, las concesiones de la Línea 4 del Tren Ligero y la ampliación de la planta de tratamiento de El Ahogado han sido señaladas como “deuda” disfrazada, comprometiendo a futuras administraciones con pagos por 26 mil 890 millones de pesos.
Legisladores de oposición exigen una revisión exhaustiva del uso de los recursos y una evaluación transparente de las obras financiadas con deuda.
La falta de claridad en los proyectos, la omisión de resultados en áreas clave y la falta de evaluación de impacto alimentan las críticas sobre un posible mal manejo de las finanzas públicas en Jalisco.
La deuda acumulada también plantea preocupaciones sobre la capacidad del estado para hacer frente a futuros compromisos financieros, destacando la necesidad de una gestión más responsable de los recursos públicos.
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