El hallazgo de los cuerpos sin vida de Paúl Alexander y Carlos Alejandro, dos adolescentes de Jalisco, tras un enfrentamiento entre civiles armados en Sinaloa, manifestaron la persistencia del reclutamiento forzado de menores por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
A pesar de investigaciones y sentencias recientes, la estructura criminal que capta y traslada jóvenes para actividades ilícitas en distintos estados del país sigue operando, mientras las desapariciones de menores aumentan y las respuestas institucionales resultan insuficientes.
Desde el verano de 2024, Jalisco ha registrado un incremento en la desaparición de jóvenes de entre 15 y 19 años, fenómeno que especialistas y autoridades vinculan con el reclutamiento forzado por parte del crimen organizado.
El caso de Paúl Alexander y Carlos Alejandro, ambos de 16 años, quienes desaparecieron en mayo y fueron localizados sin vida el 14 de julio de 2025 en la comunidad El Pozo, en Culiacán, ilustra esta problemática.
Según la Fiscalía de Jalisco, los adolescentes fueron contactados a través de redes sociales, trasladados primero a Zacatecas para recibir adiestramiento en el uso de armas, luego llevados a Nayarit y finalmente enviados a Sinaloa, donde participaron en un enfrentamiento armado.
Testimonios de personas que han escapado de este circuito criminal han permitido a las autoridades identificar que al menos otras cuatro personas reportadas como desaparecidas en Jalisco se encuentran bajo condiciones de reclutamiento forzado en Sinaloa.
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