La tarde de este jueves 10 de noviembre se registró otra balacera en Jalisco, estado gobernado por Enrique Alfaro, por lo que elementos de seguridad se movilizaron al municipio de Tizapán el Alto, donde elementos de la Guardia Nacional y sujetos armados protagonizaron un enfrentamiento.
En la zona hay elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Secretaría de Seguridad de Jalisco. Trascendió que hubo detenidos y aseguraron armas junto con equipo táctico. También se informó que otros hombres con armas de alto calibre escaparon de la zona de Ribera de Chapala, que terminó resguardado.
En la calle Emiliano Zapata de La comunidad de Mismaloya, se mantienen varias unidades de la Guardia Nacional y SEDENA con apoyo de policías municipales tienen resguardada la zona y fijan indicios.
Testimonios declararon a medios locales que alrededor de las 12:00 horas en la comunidad de Mismaloya ocurrió un enfrentamiento armado. Por su parte, Ricardo Sánchez Beruben, titular de seguridad, comentó a una televisora local que “se tienen reportes al respecto”, por lo que siguen las indagatorias.
De manera extraoficial se dio a conocer que tras los hechos las autoridades federales lograron la detención de varias personas, y que se está en espera de que la Fiscalía General de la República en nuestro Estado tome mando y conducción de los hechos.
Hasta el momento no se precisa si hay personas muertas o lesionadas, sin embargo, a decir de los habitantes de Tizapán y Mismaloya, hay un helicóptero desde aproximadamente las 13:00 horas, realizando vuelos de vigilancia.
Se presume que en la carretera de Guadalajara a Tizapán el Alto, sobre el tramo en donde se encuentra Mismaloya, el paso estaba obstruido por una camioneta de carga incendiada.
A inicios de noviembre, El Heraldo de México publicó en diversas notas que Jalisco es la entidad con mayor número de personas desaparecidas, más de 15 mil según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas; en donde repuntan los feminicidios de mujeres, a pesar de que no se apliquen los protocolos de investigación o en el avance de esta sean desestimados y se califiquen como homicidios dolosos.
Además, es el estado en donde opera uno de los grupos de la delincuencia organizada más violento del país cuyos centros de operación y reclutamiento ya se han localizado en municipios principalmente del sur, pese a estos hechos concretos que no han podido ser erradicados por la actual administración de Enrique Alfaro Ramírez, el mandatario dedica tiempo en sus actos públicos como el más reciente, la presentación de su Cuarto Informe en materia de seguridad, para señalar, acusar y hostigar a quienes critican sus estrategias.
Estas acusaciones se han hecho públicas como parte de su informe, el evento que se llevo a cabo a puerta cerrada en donde solamente estuvieron convocados integrantes de su gabinete, algunos líderes de opinión, representantes de cúpulas y unos cuantos medios de comunicación. En la lógica del mandatario emanado del partido Movimiento Ciudadano, las notas críticas a su administración son consecuencia de que no se les da dinero público.
En junio, asesinaron al comisario de Tizapán el Alto, quedan heridos el subdirector y un oficial y se registró un enfrentamiento entre militares y civiles que trajo como consecuencia la llegada de cientos de elementos de la Guardia Nacional y del Ejército a la región sureste.
Sin embargo, Jalisco ha ocupado notas locales, nacionales e internacionales debido a los actos violentos que se han dado lugar en la zona metropolitana, en donde se dio cuenta del enfrentamiento entre secuestradores con elementos de la Guardia Nacional y el Ejército en una de las zonas de mayor plusvalía en Zapopan, en un domingo familiar en las inmediaciones de un corredor comercial y que reaccionaron a tiempo gracias a que se encontraban en sus labores de patrullaje como parte de la estrategia coordinada con el estado.
También por los hechos en un corredor gastronómico, en una tarde de viernes en la zona de Providencia en el municipio de Guadalajara en donde se dieron persecuciones por las calles entre policías y civiles armados, luego de materializar el asesinato, presumiblemente planeado, según lo declarado por el propio fiscal del Estado, Luis Joaquín Méndez Ruiz, en contra de un funcionario de Puerto Vallarta.
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